› Crónica Extremoduro. 28 de junio de 2014. Parc de Can Zam de Santa Coloma de Gramenet. Barcelona.

Un ambiente veraniego acogería la primera llegada de Extremoduro a la ciudad condal. Solecito, cervezas en mano y un ambiente idóneo para disfrutar de esta pedazo de banda, que visto lo visto, por mucho que pasen los años, siguen totalmente en forma. Una apertura de puertas muy anticipada a la hora de inicio del concierto, donde suponemos que la organización decidió así para que los que vayan entrando, calentaran motores en las barras. Así bien, el concierto comenzó pasadas las 22:00, donde Robe y los suyos saltarían al escenario para comerse Can Zam.


Un escenario totalmente decorado para la ocasión, rodeado de containers y un inicio donde uno de ellos bajaría desde encima del escenario después de una canción de Fito, para colocarse en este y hacer aparecer a los músicos delante de muchas gargantas eufóricas por ver a Extremoduro. El inicio de Extraterrestre sería lo primero que entonarían los instrumentos de esta gran banda, seguido de Sol de invierno, el primer clásico que sonaría en esa maravillosa noche. Bien pronto comenzaría otro bombazo llamado La vereda de la puerta de atrás, donde tras este gran temazo, Robe entablaría una conversación dedicando la próxima conversación a todas aquellas personas que les gusta el mismo sexo, diciendo que todo el mundo puede hacer lo que quiera con su vida. Tras este inciso, comenzaría Golfa.
Realmente, me sorprendió el potencial de la banda. Desde 2012 que no los veía, y la verdad es que tenía muchas ganas, pero me esperaba menos que en ese concierto. Pues lo dicho, todo lo contrario, grandes músicos que se metieron al público en el bolsillo sin perder ni un segundo el ritmo ni despistarse tan solo un instante, ejecutando un concierto magistral de dos horas largas de duración.


Pronto, vendría la presentación de su nuevo disco, donde sonaría la canción que lo abre, llamada Locura transitoria, acompañada durante todo el concierto de otras canciones de este nuevo trabajo, como por ejemplo ¡Que borde era mi valle! o El camino de las utopías, tema que finalizaría el concierto. En mi humilde opinión, lo peor de esa noche fue no escuchar según qué temas clásicos que podrían haber estado dentro del setlist, pero tras pensarlo detenidamente… Un concierto de pasadas dos horas, tocando clásicos y tocando poco del nuevo trabajo… ¡Es imposible tocarlo todo! No se olvidaron de Puta, Standby (con el poema ideario recitado previamente), Salir, Dulce introducción al caos, Prometeo, Ama, ama y ensancha el alma, Decidí… Incluso tocaron un tema inédito donde Robe pidió por favor a la gente que no grabara nada, que disfrutara de esa nueva canción como momento único para seguir guardando la sorpresa.


Un Robe que como un amigo más, estuvo toda la noche entablando conversaciones con el público donde realmente se ve la humildad de la persona, siendo uno de los mejores frontmans de nuestro país. Conciertazo en toda regla donde sonaron muy buenos clásicos, pero es que es inevitable decirlo, se echaron muchísimo de menos temas como Jesucristo García, So Payaso o Si te vas… Conclusión final de la noche: creo que visto lo visto, nadie quedó insatisfecho ante el pedazo de concierto que se marcó esta pedazo de banda. Litros de cerveza acompañaron a todos y cada uno de los asistentes celebrando la vuelta de Extremoduro, y deseando que la próxima vez no sea un concierto de dos horas largas, sino que sea un concierto de todo el día entero sin olvidarse ninguna canción.
Gracias Extremoduro, habéis vuelto a cumplir. ¡Hasta la próxima!


Tx: Xavi Gutiérrez / Ft: K.

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